Podría escribir las palabras más dulces jamás escritas, elegir delicadamente los versos correctos, acomodar la sintaxis justa y aún así, oh madre, nunca sería suficiente.
Porque no hay forma suficiente de verbalizar un milagro.
Porque un milagro no se entiende con la razón, se interpreta con el alma.
Porque tu madre mía, eres un milagro. Mi milagro. Mi regalo divino.
Porque los milagros son únicos, irrepetibles.
Porque estás impregnada en mi alma.
Porque con orgullo siempre seré tu hijo.
Porque con soberbio orgullo ¡serás mi madre por toda la eternidad!
Porque no importa en qué lugar estés, sea este mundo o el venidero,
te seguiré hasta el vacío del tiempo, allá donde los límites bastan,
solo para volver a la génesis de tu seno. Allá donde alguna vez, fui feliz.Tu seno me será por siempre el lugar más seguro, tibio, y pleno.
Tus brazos el lugar donde se recarga mi existencia.
Tu corazón el lugar elegido por Dios para conectar mi alma a mi ser.
Tus ojos las ventanas donde fluyo con el amor divino.
Tu sonrisa el recordatorio y la certeza de un milagro intemporal.
El milagro de saberme tu hijo, y tu ¡oh madre mía! mi madre.Solo siete meses bastaron para formar mi ser en tu ser,
pero ni en toda la existencia seré capaz de vivir sin tu presencia.
Soy más tuyo que mío, mis células no me permiten mentir.
Soy una extensión tuya, con toda tu esencia marcada en mí.
Tus errores han sido mis aciertos, y mis aciertos tus virtudes.
Porque aún en tus errores he encontrado gracia y sentido.
Y solo puedo agradecer todo lo que me has amado.Oh madre, me permitiste vivir, no fuiste cobarde.
Me permitiste ser, sentir y tocar. Me permitiste el derecho de elegir,
de equivocarme, fuiste fiel a mí, por eso tendrás toda mi fidelidad,
fidelidad incondicional; fidelidad eterna; fidelidad por siempre.¡Oh madre mía! Soy todo tuyo, por siempre. Me entrego voluntariamente.
¡Oh madre mía! Gracias por tu instrucción, tiempo, desgaste y entrega.
¡Oh madre mía! Inmolaría mi alma para reiniciar todo el ciclo, un microsegundo más.
¡Oh madre mía! Te regalo toda la existencia, las estrellas, mares y campos.
¡Oh madre mía! Te levanté una estatua en mi corazón, por siempre.
¡Oh madre mía! Eres irrepetible, única, inmejorable.
¡Oh madre mía! Perdón si te fallé, si no fui grato alguna vez.
¡Oh madre mía! Me inspiras a ser mejor persona.Sí llegaras a faltar, cuando nos volvamos a encontrar, volveré a nacer.
Ya no en tu seno, sino en tus tiernos besos.
Naceremos los dos a una nueva versión mejorada.
Y seremos juntos por siempre, una vez más.
Porque este muchacho, será tu muchacho por siempre.
Voluntariamente tuyo. Decididamente tuyo.
Divinamente elegido para ser uno en esencia con vos.Te amo.