A veces buscamos las respuestas incorrectas en el lugar equivocado. Luego vamos por la vida respondiendo que todo marcha bien, que el trabajo va de maravilla y que la familia no puede estar mejor. Pero en el fondo se está extraviado y desorientado porque la vida no tiene un manual de guía y se debe improvisar. Y sí, está bien estar algo desubicado. No nos hace débiles, nos hace humanos.