Estamos casi al borde del exterminio del erotismo. Parece cosa del pasado y aspecto antagónico de la sociedad moderna. Poco a poco muere la conquista real, el detalle delicado, la auténtica escucha, la caricia sincera, la mirada suprema. Parece que la época de las cavernas llegó nuevamente al terreno sexual, y se quiere quedar.
El erotismo puede ser de los 4 aspectos que nos separan de los animales (además de la conciencia, fe o creencias, y pensamiento racional), aspectos que nos llevan al peldaño máximo de conquista sobre las demás especies que habitan el planeta y nos civilizan. Pero nuevamente y con afán de retroceso, vamos como el cangrejo, volviendo a los viejos hábitos.
El erotismo divide lo mundano del arte, lo pornográfico de la belleza de amar. Es un arte por sí solo, hace que el coito sea una expresión humana tal cual la danza de las bailarinas de ballet o la poesía de los grandes pensadores. Humaniza. Separa. Dignifica y ensalza aquello que los animales solo hacen por instinto reproductor.
Somos seres sexuados, claro está, todos quieren coger y cogerse. Pero eso es relativo al instinto, no al erotismo. El erotismos busca afinar todos los sentidos, razón e intención en una correcta armonía para un goce exquisito de placer compartido y selectivo que se aleja de ser un cerdo sexual en busca de placer propio. Es un complacer porque me complazco, un te doy y me doy en esencia. Sí, se vale el juego sucio y grosero si se quiere (el sexo monótono aburre), pero que no se olvide que todo está encerrado en una dinámica de juego de seducción constante, de un antes, durante y después del acto sexual.
Muchos trogloditas emocionales no entienden que el sexo de bar puede ser el sexo más absurdo y mal aplicado que pueda existir ya que el alcohol inhibe la conciencia, o el sexo forzado que tienen algunas parejas de casados, que se vuelve parte del día a día como comer y cagar. Se vuelve algo rutinario y hasta no grato.
El erotismo es ese juego de niños que solo los grandes pueden jugar. Es una bendición de lo divino. Es encender el fuego con gasolina y no con carbón. Vale la pena rescatar la esencia del erotismo, llevarlo presente como un collar a todas partes. Como soltero o como casada. Como hombre o como mujer (sí, mujeres también aplica para ustedes)
Este es un breve esfuerzo aislado de un millennial en el espacio tiempo de un contexto que le importa poco estos temas, pero es mi esfuerzo personal rescatar la esencia de lo que nos separa de los simios. Cada gota cuenta.