No, no se puede. No se puede construir una sociedad futura que valga la pena sin el esfuerzo que merece todas las grandes luchas de la vida. No se puede heredar valores si antes no se viven y se comprenden, es imposible trasmitir cultura si antes no poseo un mínimo de conocimiento cultural. No se puede tener una estructura política efectiva si no dedico tiempo a entender la política y poseer criterio para una correcta elección. No se puede. No se puede construir una sociedad justa si no tengo criterio social, fundamentado.
Me es difícil imaginar una sociedad futura equilibrada y sana, que sea próspera. Nuestros almae matres han pasado de ser humanistas, ascetas, espiritistas, y filósofos, a convertirse en hombres de negocios, artistas, futbolistas, influencers, modelos, actores. ¿Pedirle ejemplo de vida a Maradona cuando en lo único que era bueno fue pateando una pelota?, ¿esperar que Donald Trump cree una sociedad justa?, ¿aplaudir que Bad Bunny sea compositor del año?, ¿es en serio? Hemos perdido el rumbo hacia una sociedad hedonista, libre de preocupaciones, fácilmente manipulable. La publicidad diariamente embrutece las masas que son débiles a nivel intelectual. Afecta sus gustos, sus intereses, condiciona su comportamiento y pensamiento. Ahora el placer y la vivencia gobierna las sociedades desarrolladas, y hemos omitido todo dolor. La pandemia nos recordó que somos humanos, y que los problemas son parte de nuestra existencia. A veces me cuesta creer que las sociedades modernas sepan más de drogas que de humanidades.
El rumbo no debe ser basado solo en solucionar problemas, pero tampoco en solo gozar. Debe haber un equilibrio. Un sano equilibrio. La responsabilidad de las futuras generaciones cae en los hombros de las generaciones actuales, milennilas y centennials, esclavos del social media y los filtros, las tendencias y modas, lo cool y el luxury. Cargados de temas banales y sin importancia, como si ONLY FANS es ético o no, si debe importar o no. Estamos en la época de la sobreinformación y ahora es cuando debemos elegir bien nuestras fuentes intelectuales, el problema ya no son los medios, son las ganas. Ahora tenemos acceso a miles de libros e información relevante, pero no el interés.
Toca crear conciencia, las sociedades futuras dependen de nosotros. Debemos convertirnos en una sociedad más empática para con nuestros descendientes. Como seres individuales y pensantes debemos tomar la responsabilidad de la autoformación y crear criterio para decidir correctamente, poder educar con fundamento. El hedonismo debe ir mermando, poco a poco.
Crítica de un contemporáneo insatisfecho.