Ayer mi cama preguntó por vos.

Le expliqué que a las almas libres no se les puede encerrar, solo disfrutar.
Le expliqué que es necesario no confundir la complacencia con la trampa del amor.
Las almas libres nacieron libres.
Le expliqué que un alma libre vive en la mente de 2 o 3 y en el corazón de 4, 5 o 6.
Le expliqué que aún el tiempo les huye; siempre a su lado las horas se extienden.
Le expliqué que la belleza de un ave no radica en sus colores, sino en la investidura de su libertad.
Le expliqué que la luna es libre, se muestra cuando quiere y de la manera que quiere.
Le expliqué que las almas libres no se les encierra con cosas, ni aún con hechos.

En fin, extrañar es cosa de humanos.